«[...] de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: “Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.”»
Ya en el primer título de la hermandad, recogido en las primeras reglas del año 1525, aparece el Dulcísimo Nombre de Jesús como primer titular de ésta:
"Cofradía y Hermandad del Dulcísimo Nombre de Jesús y Santissimo Sacramento"
La imagen del Niño Jesús es titular de la Hermandad Sacramental de la iglesia del Sagrario de Granada. Aunque no puede concretarse la fecha exacta de la realización de dicha obra, dada su posible atribución al escultor granadino José Risueño (1665-1721), podemos estimar su hechura a finales del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII.
Se trata de un Niño Jesús de vestir portando la cruz con motivos pasionistas. El rostro compungido y la mirada hacia arriba con expresión llorosa, conseguida con la marcada inclinación angular de las cejas y las lágrimas. Los ojos de cristal aumentan el efecto de realismo.
Representa la figura del Niño Jesús exenta, iconografía interpretada desde época paleocristiana y gótica volviendo a resurgir su representación a partir del bajo renacimiento.
En el transcurso del siglo XVII, ya con una estética barroca, se fueron consolidando distintas modalidades iconográficas del Niño Jesús partiendo de la figura de un desnudo infantil que permitía adaptar su aspecto a las necesidades del calendario litúrgico.
Entre otras representaciones se encuentra la que ahora se estudia que está ligada a las representaciones de la Pasión, con atributos como la cruz que porta el niño.
ANÁLISIS MORFOLÓGICO-ESTILÍSTICO.
El Niño Jesús de Pasión es una escultura de bulto redondo, realizado en madera de pino policromada al óleo, con unas medidas de 76x42 cm incluida la peana en forma de nube con cabezas de querubines. La escultura está constituida por numerosas piezas de madera encoladas entre sí formando el embón, reforzadas algunas de sus uniones por espigas y ensambles internos de madera.
Muestra una composición de carácter clásico destacando el recurso del contraposto que le aporta gran elegancia a lo que hay que añadir la cuidada y correcta anatomía.
La imagen ha sido donataria de muchísimos regalos, fruto de la profunda y gran devoción que ha tenido en el seno de la hermandad y de la feligresía a lo largo de los años. Aportaciones, que han permitido lograr alcanzar el tan único e incalculable patrimonio que posee en la actualidad.
La imagen ha presidido numerosos actos y festividades de gran importancia para la historia de la ciudad. A destacar su presencia en misas como la que se ofició por la causa de Gibraltar en la catedral; los oficios del Jueves Santo al pie del Monumento, custodiando Él la llave de la urna eucarística o la Octava del Corpus en la Catedral.
Ha sido recientemente restaurado por los restauradores Don Óscar Martín del Pozo y Doña Ana María López León.